
No es nuevo que muchos hemos aprendido sobre la marcha qué es lo que se puede y no se puede hacer en las redes sociales, pero a Patrick Snay, ex director de un colegio privado de Miami, Florida, una indiscreción de su hija en Facebook le acaba de costar $80,000 dólares.
Según informes del Miami Herald, la hija adolescente de Snay rompió el acuerdo de confidencialidad que el ex empleado del colegio Gulliver había firmado con la institución al ganar una demanda por discriminación.
“Mamá y Papá Snay ganaron el caso en contra de Gulliver”, publicó Dana Snay unos cuantos días después en su cuenta de Facebook con 1,200 amigos. “Gulliver ahora pagará oficialmente por mis vacaciones a Europa este verano. TRÁGENSELO”.
El post, que lo vieron alumnos y ex alumnos de la institución llegó a manos de los abogados de la escuela, quienes aseguraron que los Snay violaron lo acordado.
“Snay violó el acuerdo haciendo exactamente lo que prometió no hacer”, escribió la juez Linda Ann Wells, quien revirtió su decisión. “Su hija hizo después precisamente lo que el acuerdo de confidencialidad pretendía prevenir”.
Definitivamente una lección aprendida de una manera muy dura.