
¿Marketing de contenido? ¿Periodismo de marca? ¿Existen tales términos? ¿Quién lo hace mejor: mercadólogos, publirrelacionistas, publicistas o periodistas?
La guerra está declarada: Los mercadólogos aseguran ser los indicados para crear el contenido de las empresas a las que les manejan las redes sociales, pero por otro lado, una ola creciente de periodistas piensa que el verdadero futuro se encuentra en esta nueva forma de escribir. Obviamente, los publicistas defienden su punto de vista, mientras que las firmas de relaciones públicas dedican grandes esfuerzos a escribir contenido que atraiga a los cibernautas.
John Miller escribió para el sitio Business2Community sobre este tema que interesa a todos aquellos que buscan cobrar notoriedad en el cada vez más importante mundo de las redes sociales, que hace 10 años ni siquiera existía.
“El problema con el enfoque del marketing de contenido es que muchos lo están tratando como si fuera la siguiente etapa de la publicidad, pero funciona mejor si se piensa en la nueva ola de periodismo”, escribió Miller. “Si quieres llamar marketing de contenido a eso que hacen las firmas, está bien, pero el periodismo de marca es un nivel más arriba. El contenido periodístico es mejor, más profundo y más confiable que la publicidad. En 2014, la confianza debe estar primero que las ventas. La meta de cualquier estrategia de mercadotecnia debería ser construir credibilidad por medio de contenido útil y creíble. Hacer esto requiere un sentido editorial”.
Y como los mercadólogos en su mayoría tienen cero criterio e instinto editorial, aquí es donde entran los periodistas, pues los buenos editores tienen excelentes instintos al momento de pensar en estrategias de contenido, pues saben qué es lo que quiere ver la audiencia.
Ciertamente, hoy en día es posible saber qué funciona con los cibernautas gracias a los algoritmos, sin embargo, el gran contenido periodístico es una mezcla de arte y ciencia, pues desde que se está procesando la información el editor sabe qué pegará gracias a su olfato periodístico.
Aunque hay un mar de información, la gente puede darse cuenta cuando le están tratando de vender algo descaradamente. Engancharse con el producto va más allá. Se trata de llegar a la gente de una manera en que quiera consumir y compartir lo que le llega.